6 tips para la Cena de empresa (o comida) de empresa de Navidad, es un post que te va a venir al pelo en esta fechas. A ver, ¿Adivino?Has llegado al trabajo hoy y…. ¡Este viernes CENA (O COMIDA) DE EMPRESA DE NAVIDAD! Algunos de vosotros estaréis aplaudiendo con las orejas: que guay, cenita y copita… a cuenta del jefe, voy a darlo todo. ¡Pero qué bien lo pasamos el último año! Acabamos juntos los de siempre… y con un pedal memorable. Pero otros… ¡ay madre mía! (pensaréis). Si no los aguanto en el trabajo, cómo me voy a ir de cena con estos. ¿Qué me pongo? ¿De qué hablo? ¿Qué hago con los niños? ¿Cómo me escapo? Bueno, según sea tu empresa, escapar lo veo difícil. Pero sí que puedes ajustar los tiempos para que quedes bien en el menor tiempo posible. Espero que estos consejos te sirvan.
6 TIPS PARA LA CENA (O COMIDA) DE EMPRESA DE NAVIDAD
Hay cenas de Navidad para todos los gustos. Están las que paga el jefe, las que paga cada empleado, las que son totalmente voluntarias, y las que son obligadas, obligadas, obligadas. Existen aquellas en las que cada uno, cada grupo, hace lo quiere (se pueden sentar con quién quieran, bailar y beber juntos). Y en muchas cenas no te queda otra que relacionarte con los que no sueles querer ver (y si no los buscas normalmente, por algo será), y las hay con discurso: del presi, de los jefes… (aburridas hasta la saciedad). Pero en todas ellas te vas a plantear una serie de interrogantes:
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¿Qué me pongo?
Bueno, no es el cotillón de fin año, ni tampoco un día normal de oficina. Te recomiendo ir un poco más arreglado de lo normal, pero un poco nada más. Es decir, si no sueles maquillarte te maquillas, si ya lo haces, usa un maquillaje algo más elegante (con la ropa igual, de hecho te recomiendo pantalones). Si eres un chico, haz lo mismo con el traje. Esto dependerá de si es cena o comida, y del sitio, por supuesto, pero en definitiva tienes que ser el mismo de todos los días (mantén esa imagen que en el trabajo te hace sentir cómodo), solo que un poco más. Piensa que no es una cena de amigos, es un compromiso de trabajo.
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Redes sociales
. Seas como seas, tengas la que tengas, y quieras lo que quieras te voy a dar un consejo… ¡existen las redes sociales!, todo, todo lo que hagas, quedará grabado para la posteridad (en varios teléfonos, @Instagram, @Facebook, @Tiktok y en muchos whatsapp).
La cena es este viernes, pero las imágenes son para siempre, como los diamantes (y tu imagen borracho, con la corbata en la cabeza, y la mirada roja y vidriosa no te dejará bien el lunes).
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Intenta guardar una etiqueta empresarial durante toda la cena (y más en las copas)
Por muy cercano que parezca esa noche, ese al que tuteas es el director de RR.HH, o por muy divertida y alegre que esté, no puedes ligar con tu compañera de trabajo diciéndole que te encanta como camina con sus tacones. Siempre tienes que ser tú (igual que con la imagen… solo un poco más distendido).
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Organiza bien el tiempo y no llegues tarde
Tampoco demasiado pronto (quedas de pelota o de desesperado), pero desde luego no se llega tarde. No puedes tener esperando al presi para que los platos comiencen a llegar, o hacerte demasiado visible por entrar corriendo y que todos te miren al sentarte. La impuntualidad nunca queda bien en el mundo laboral (en ningún caso). Lo mejor que puedes hacer, es quedar con tres o cuatro para llegar juntos, más o menos 10 minutos después de la hora fijada.
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El alcohol… Ese gran amigo que corre por las fiestas como si no hubiera un mañana
Cuidado con él. Antes de ir a la cena, come algo, lo que sea. Muchas veces entre los aperitivos y la comida pasa un montón de tiempo (normalmente el restaurante tiene varias cenas contratadas), y te sirven un montón de vinos (o cervezas) con pocos aperitivos. Si vas sin comer o llegas desde el trabajo, se te van a subir que da gusto (además evitas que te vean lanzarte a por la bandeja de aperitivos como un deportista profesional). Piensa que al principio todo el mundo está muy seriecito y nadie sabe qué hacer con las manos, por eso siempre sujetas una copa. Cuando no sabes de qué hablar vas dando pequeños sorbos y estos van haciendo su magia. Si ya te enmoñas en los aperitivos… ¿cómo estarás después de la cena?
Ten en cuenta que luego suele haber copas. Si bebes demasiado y te vienes abajo, o eres de las personas que se vienen arriba (los extremos son malos), tu imagen seria y responsable puede sufrir daños. Tienes que tener en cuenta que mañana en el trabajo tienes que estar fresco. En cualquier caso, el lunes no te gustará que comenten cómo te vieron.
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En las cenas de Navidad, no cotillees, por favor
Tatúatelo. Todo lo que creas que le dices a unos pocos, correrá como la pólvora, y al igual que si te cazan en las RR.SS en situaciones comprometidas… te vas a dar de cabezazos contra la pared el lunes. Tampoco se habla de ascensos, o de cambios en los modelos de la organización. Habla de los hijos, los hobbies, la planificación de la Navidad, el tener que encontrar tiempo para comparar los regalos… temas muy, muy neutros. Y desde luego, no comentes que el director financiero tiene la nariz encendida como una luz del árbol de Navidad, ni que el jefe de ventas tiene una tolerancia al alcohol que deja en mal lugar a los cosacos (aunque sea una verdad como un templo). Si tienes amigos en el trabajo… ya lo comentaréis por teléfono o quedando juntos otro día.
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Hora de irse
Ni llegar el primero ni marcharse el último, esta es la máxima. Está bien si te escapas al salir del restaurante de camino a las copas. Los niños, el cansancio, el perro, los controles de la policía, la lejanía a casa… pueden ser excusas que todos van a aceptar. Si te apetece la copa, o no puedes escapar antes… hazlo después del primer Gin Tonic, insistiendo en lo que comentabas a la salida del restaurante. Pero puede que te apetezca quedarte más, en ese caso te recomiendo que entre copas, bebas bastante agua. No pierdas la perspectiva, no es una reunión social, es de trabajo, y es importante que no te dejes llevar. Intenta no irte de los últimos, por lo menos, observa a los jefes y cuando se empiecen a ir, vete tú.
Con estos consejos triunfas… o por lo menos no te vas a arrepentir.
Ana Saro Psicóloga en