En algún momento de nuestras vidas, todos hemos fallado en algo que habíamos preparado, ¡Nos pudo la presión!: un examen (me quedé en blanco), una presentación (no me salía la voz), un concierto (no me respondían las manos), un deporte (me chocaba con mis propios pies)… y así puedo seguir. Seguro que cada uno de vosotros puede poner aquí sus propios ejemplos, como ese penalti que no entró por 5 metros, o ese tiro de personal que erró la canasta. Y en todas y cada una de estas situaciones, aquello que fuéramos a hacer había sido ensayado, estudiado, y repetido mil veces… y nos salía estupendamente. ¿Te interesa saber por qué nos derrumbamos bajo presión? Sigue leyendo….
¿POR QUÉ NOS DERRUMBAMOS BAJO PRESIÓN?
Este fenómeno es el que tiene la culpa de dejarnos mal, en el día D, y a la hora H. De golpe… zas, nos quedamos congelados. Después de pasar días, meses, incluso años, de práctica o de estudio, fallamos justo en el momento para el que nos hemos esforzado tanto.
El derrumbe bajo presión se da en todos los campos: deportistas, oradores, concursantes, estudiantes en los finales, opositores, músicos, ejecutivos… cuando deben rendir bajo presión y en momentos clave. ¿Quieres saber por qué los nervios o la ansiedad nos hace fallar cuando nuestro desempeño normal en esa tarea es de nivel experto? ¿por qué sucede?
Nos derrumbamos bajo presión porque entrenamos la tarea en condiciones completamente distintas a las que se van a dar en el gran día
Preparamos un examen, y cuando repasamos lo hacemos relajados y tranquilos, con todo el tiempo del mundo para contestar y la tranquilidad de que, con solo bajar la vista, veremos la respuesta. O si lo que tenemos por delante es una conferencia, nos limitamos a memorizar la charla que hemos preparado.
Nos derrumbamos bajo presión porque nos preocupamos
Nos preocupamos por la situación, las consecuencias, lo que otros pensarán de nosotros, por la cara del que tengo delante, por que me miran, o porque no lo hacen, por si me equivoco… es decir, estamos desviando nuestros recursos mentales a cosas irrelevantes que no aportan nada a nuestro desempeño y nos restan capacidades.
Nos derrumbamos bajo presión porque nos concentramos demasiado
Prestamos demasiada atención a lo que estamos haciendo, tanto a lo racional como a lo automático. Cuando queremos hacerlo todo perfecto, intentamos controlar aspectos que, normalmente, cuando hacemos esa tarea son automáticos, y el resultado es que nos equivocamos.
Os pongo un ejemplo: si montáramos en bici, pensando cómo se curva cada dedo en el manillar, en el juego de cada rodilla, y los movimientos de los pies, en como tensamos los brazos…probablemente, tendríamos un accidente. No veríamos cruzar a alguien, o fastidiaríamos nuestro ritmo natural de pedaleo al intentar “pensarlo”, frenaríamos cuando no toca o con la presión incorrecta… El motivo: no tenemos la capacidad de pensar en tantas cosas a la vez. Si además estamos bajo la presión del ahora o nunca, es decir, es el momento de rendir al máximo… pufffff. A este fenómeno se le llama parálisis por análisis.
Nos derrumbamos bajo presión porque nuestra memoria es tremendamente sensible al estrés
En el momento en que entramos en modo “ansiedad/estrés” nuestra memoria deja de funcionar con normalidad. Por eso en, por ejemplo, un examen, nos olvidamos de una pregunta y en cuanto salimos por la puerta, podemos recitar todo al pie de la letra.
7 TIPS Y YA NO NOS DERRUMBAMOS BAJO PRESIÓN
TIP 1: Cuando practiques, intenta generar las mismas condiciones de estrés (o las más parecidas posibles), que las del día D
Cuando repases, cierra el libro y practica exámenes o preguntas con cronómetro, o estudia con amigos y hacer campeonatos entre vosotros. Cuando des una charla, practica con público. Si no puedes encontrar a nadie que te escuche, grábate en video o práctica ante el espejo. Si te acostumbras a lo que sientes cuando te observan o tienes un tiempo tope, marcarás la diferencia en el día D.
TIP 2: Genera una rutina previa al momento de desempeñar la tarea
Hacer respiraciones profundas, repetir una palabra o frase clave, hacer una secuencia rítmica de movimientos… intenta hacerlo porque los rituales cortos pueden provocar un rendimiento más consistente y preciso bajo presión.
TIP 3: Para superar la parálisis por análisis, en situaciones de alto rendimiento ¡No penséis, haced!
Dejad que lo que habéis repetido millones de veces, y que os sale naturalmente, siga su curso. La lógica (y el funcionamiento de la mente humana) nos dice que una vez que una habilidad se vuelve automática, pensar en su mecánica precisa interfiere con la habilidad para llevarla a cabo.
Por esa razón, algo tan simple como cantar una canción, o prestar atención al fondo del auditorio, o cerrar los ojos unos segundos mientras respiramos profundamente, puede ayudarnos a centrarnos en lo que verdaderamente importa en ese momento y dejar de ocupar espacio de procesamiento en detalles que son irrelevantes o en acciones que deben ejecutarse de manera automática.
TIP 4. Deshazte de los molestos bucles de pensamiento o de las preocupaciones por tu desempeño en el día D
Anota esos pensamientos antes del evento estresante para descargarlos de tu mente. Poner esos pensamientos en papel, hace que sea menos probable que aparezcan y te distraigan en ese momento. Piensa que, al final, lo que importa es que rindas al máximo cuando más lo necesitas.
TIP 5. Imagina que ya lo tienes, lo has hecho y ha sido un éxito
Ya has logrado hacer el examen, la charla o el penalti. Imagínalo con todo lujo de detalles, entrando en el sitio, colocando tus cosas, hablando con la gente, el momento en que te dan el examen o la palabra… y el éxito.
TIP 6. Observa la situación como lo que es y no le des más empaque del que tiene
Céntrate en la tarea, no en lo que la rodea. Tú a lo tuyo. No es un ascenso, es una reunión con x temas. No es el examen definitivo, son preguntas en un papel, que has estudiado y no se diferencian de las que te hiciste durante su preparación, además, siempre habrá otro examen. Si lo que das es una charla, piensa que, en ese tema, tú eres el experto de la sala. Si lo tuyo es la música, cierra los ojos y toca, deja que tus dedos toquen lo que han memorizado durante las horas de práctica.
TIP 7. No anticipes todos los desastres
Todos nos hemos derrumbado bajo presión alguna vez. Si hacéis memoria, al final ninguna situación era para tanto, incluso algunos os habréis ido tranquilizando en el propio evento estresante porque todo lo que habíais imaginado no pasó, o si lo hizo no os afectó porque estabais bien preparados. Muchas veces el anticipar los desastres es lo que incrementa la posibilidad de derrumbarse bajo presión, no la propia situación, porque al hacerlo ponemos a nuestro cerebro en alerta de peligro inminente… y en casi todas las situaciones no era para tanto, ¿verdad? 😉
Espero que estos tips os ayuden a triunfar en vuestros momentos clave y que no sucumbáis a la presión del estrés los días D, a la hora H. Pero si crees que necesitas algo más de ayuda y quieres localizarme, aquí puedes hacerlo.
Ana Saro Psicóloga en