TIPS PARA SUPERAR LA RUPTURA AMOROSA

TIPS PARA SUPERAR LA RUPTURA AMOROSA

Las parejas rompen. Lo sabemos porque lo vemos a nuestro alrededor y porque seguro que hemos protagonizado (en cualquiera de los dos papeles) alguna ruptura amorosa. Son experiencias que forman parte de la vida y nos hacen sufrir. Pero, hay que aprender a superarlas y a seguir adelante, ¡qué la vida es para vivirla y disfrutarla!

Si ahora estás ahí ¿Me aceptas unos consejos?

LAS EXPECTATIVAS DEL AMOR

Como siempre digo, Disney, con las historias de príncipes y princesas, ha hecho mucho daño al amor. Las expectativas irreales sobre la vida en pareja, el amor eterno que se da por supuesto por casarse o llevar mucho juntos, la idea de la ÚNICA media naranja (o manzana, pera… aquí que cada uno ponga su fruta preferida), han creado un imaginario en el que se debe encontrar la pareja perfecta (y mantenerla),  y que por lo tanto, descubrirle imperfecciones, o que la cosa no vaya bien, es un fracaso y una mancha vital, pero sobre todo, una fuente de sufrimiento.

NO ES POR TI, ES POR MÍ

Tomemos por ejemplo a Sandra. Lo tenía todo calculado desde la adolescencia: Al terminar sus estudios y encontrar su primer trabajo, se pondría a buscar la pareja perfecta. Tenía pensada la boda, el número de hijos y hasta el colegio donde cursarían sus estudios. Pero al final, (la vida es lo que tiene), tuvo que retrasarlo. La carrera le costó algo más de lo previsto, y al fallecer sus padres en un accidente, se hizo cargo de dos hermanos más pequeños. Unos años más tarde de lo planificado, cuando en casa y en el trabajo todo estaba encarrilado, se puso en serio a la búsqueda de su príncipe azul. Poco tiempo después conoció a Andrés, y se enamoró locamente. Pensaba que tenían la relación perfecta, tanto que a los 6 meses, ya había empezado a comprar revistas para novias.

El problema surgió cuando Andrés le propuso un fin de semana en Tenerife, y Sandra dio por sentado que lo había montado para pedirle (al fin, que ya llevaban un año) que se casara con él.  Pero no. Andrés lo aprovechó para decirle que no estaba preparado para seguir en una relación tan seria. Que no se sentía todo lo enamorado que debía de estar y que creía que lo mejor era que quedaran como amigos (lo cierto es que estaremos todos de acuerdo en que tampoco hacía falta irse hasta Tenerife para decirle esto).

EL NAUFRAGIO TRAS LA RUPTURA AMOROSA

Sandra quedó devastada.  Tenía el corazón destrozado. Una vez más tenía que enfrentar un revés de la vida.  Diez meses después de la ruptura, no podía dejar de pensar en él.  ¿Por qué?

Sandra es fuerte y decidida.  Había superado la pérdida de sus padres, y asumido la tutela de sus hermanos. Había sacado a toda su familia adelante, terminado sus estudios y conquistado a base de esfuerzo un buen puesto de trabajo… sin perder la sonrisa, sin rendirse ante los contratiempos. ¿Por qué no utilizó esos mismos recursos para superar la ruptura amorosa?  ¿A qué se debe esa desorientación?  ¿Por qué fracasan los mecanismos de defensa con los que se han enfrentado y superado otros desafíos vitales, al enfrentarse a una separación, divorcio o ruptura? 

CUANDO LA MENTE NOS ENGAÑA 

En estos años como psicóloga, los pacientes, desde adolescentes a ancianos, me han contado historias de relaciones rotas. Y me han enseñado que cuando una persona atraviesa una ruptura sentimental, la intuición que le ha funcionado estupendamente con otros problemas de su vida, en la toma de decisiones tras la ruptura, le lleva a equivocarse una y otra vez.  Se podría decir que en estas situaciones la mente nos engaña.  Y como ejemplo, un botón. Los estudios sobre rupturas amorosas indican que, para poder salir adelante, es fundamental comprender y tener un motivo concreto de la separación (a veces los estudios solo dan la razón al sentido común).  ¿Pero por qué no aceptamos la causa que nos dan?

Cuando el futuro ex da su explicación (la de Andrés a Sandra, por ejemplo), el despechado no se la cree. El dolor emocional y el impacto, provocan que la mente prefiera interpretar que la verdadera causa se debe a otras razones, ocultas, graves y desconocidas.  Y ese instinto es tan poderoso, que puede llevar a la persona más razonable, a buscar teorías conspirativas donde no las hay, cuando lo cierto es que sea por lo que sea, el ex se ha desenamorado.

Sandra ESTABA convencida de que ocurrió algo durante esa escapada romántica que ella no llegó a saber, y que ese suceso misterioso fue el que rompió la relación. Se obsesionó tratando de averiguar qué había pasado, hasta tal punto que pasaba horas y horas repasando cada minuto del fin de semana, buscando alguna clave … que no existía.  La mente de Sandra la engañaba, lanzándola a una búsqueda sin sentido.  Pero ¿qué impulsa a esa búsqueda durante tantos meses?

EMPEZANDO A SUPERAR LA DECEPCIÓN AMOROSA

La decepción amorosa es insidiosa, y la razón por la cometemos un error tras otro, aun sabiendo que no nos vamos a sentir mejor.  Los experimentos sobre el impacto del amor romántico en el cerebro muestran que la pérdida de ese amor, activa los mismos mecanismos en el adicto a las drogas cuando las deja.  Sandra padecía síndrome de abstinencia, y como no tenía su opiáceo, (Andrés), su inconsciente eligió la metadona, (vivir de los recuerdos).  Su instinto le dijo que estaba tratando de resolver un misterio, pero en realidad estaba tomando una dosis. Por eso superar una ruptura amorosa es tan difícil, los adictos, al menos, saben que son adictos. En cambio, las personas que atraviesan una decepción amorosa, no entienden (o no saben) que están pasando un síndrome de abstinencia.

Un tip. Si tenemos el corazón roto, DEBEMOS pensar, que, aunque nuestra mente quiera recrearse en los recuerdos, cada foto, correo, whatsapp…, o cada segundo invertido en espiar al ex en redes sociales, solo alimenta la adicción y profundiza el dolor emocional, es decir, complica la recuperación. Nada de viajes al pasado, y guardemos todos los recuerdos hasta que estemos recuperados y podamos verlos sin dolor.

EQUILIBRANDO LOS RECUERDOS DE LA RELACIÓN

Superar una ruptura sentimental es una lucha, porque ninguna explicación del por qué va a satisfacernos.  Ni la razón ni la lógica van a ayudarnos a suprimir el dolor que sentimos.  Por eso, no tenemos que buscar ni esperar explicaciones suplementarias. Hay que superar la abstinencia, y para eso se tiene que estar dispuesto a soltar la relación y a aceptar que se acabó.  De lo contrario, alimentamos nuestras esperanzas y desandamos lo avanzado.  La esperanza de volver puede ser muy destructiva. ¿Pero cómo lo hacemos?

Podemos evitar idealizar. Cuando tenemos una ruptura amorosa tendemos a idealizar al ex y a la relación.  Nos pasamos horas recordando su sonrisa, lo que sentimos a su lado en la playa… y con este ejercicio solo intensificamos el dolor de la pérdida, de manera voluntaria, en una especie de ritual de auto tortura.

Un tip. Para evitarlo, es bastante útil equilibrar las cosas. Por cada recuerdo bonito, recuerda también aquella discusión, esa semana sin hablaros.  Lo mejor es hacer una lista de todas las veces que el ex nos lo hizo pasar mal, sus problemas de carácter, las manías… y que la tengamos a mano, en el teléfono, por ejemplo. Esa lista hay que mirarla cada vez que nos ataca la nostalgia o las ganas de idealizar. Nuestra mente dirá que todo era perfecto, pero no es cierto, y si queremos superarlo del todo, debemos recordarlo con frecuencia. ¡Mira tu lista, mira tu teléfono!

VENCIENDO EL DUELO TRAS LA RUPTURA AMOROSA

La soledad y el dolor, pueden afectar significativamente nuestro de funcionamiento intelectual, especialmente en tareas complejas de lógica y razonamiento. Vamos, que temporalmente nos deja más tontos. A Sandra, la ruptura le pasó factura en el trabajo por sus errores y despistes continuos aún meses después de la ruptura. «¿Qué me está pasando?», me preguntaba en la primera sesión.  «¿Qué adulto se pasa un año tratando de superar una relación?»  

Las rupturas amorosas incluyen los síntomas típicos del duelo:  insomnio, pensamientos invasivos, disfunción del sistema inmunológico…  El 40% padece una depresión de manifestación clínica.  Se puede dar un daño psicológico que afecta de múltiples maneras.  En este caso, Andrés, por ejemplo, era muy sociable y muy activo.  Todas las semanas organizaba cenas en su casa, tenía muchos amigos, creaba rutas de fin de semana,  viajaban de camping,  solos o con otras parejas. Sandra perdió a su ex, pero también casi toda su vida social.  El vacío que dejó la relación fue más allá de la pareja porque cuando empezaron a salir, se olvidó de mantener su red social.

Un tip. Para superar la relación, es necesario identificar los vacíos y llenarlos.  Es necesario redefinir quiénes somos ahora, y qué queremos de nuestra vida.  Salir con amigos, tener compromisos y actividades… incluso redecorar (más bien reconquistar) los lugares que fueron comunes, y los vacíos que dejan las fotos.

RESUMIENDO

Superar una ruptura amorosa es difícil, aunque si no nos dejamos engañar por la mente y somos proactivos en nuestra recuperación, podemos minimizar bastante el sufrimiento.

Si ves que pasa el tiempo y no eres capaz de superarlo solo, acude a recibir ayuda psicológica.

  • Equilibrar los recuerdos buenos y malos evita que idealicemos a la persona o a la relación y nos da perspectiva de lo que no queremos que nos vuelva a pasar.
  • Compartir más tiempo con amigos, y relacionarnos más con nuestra familia nos ayuda a rehacernos y a encontrar de nuevo el equilibrio.
  • Reconquistar los lugares evita que nos encerremos y ayuda al equilibrio emocional.
  • Comprometerse con la propia recuperación disminuye la probabilidad de bajar la productividad laboral.
  • Y cuando duela, recuerda que el proceso es difícil. Estás luchando con tu mente, pero tienes la voluntad y los recursos para ganar.  De esto se sale.

Ana Saro

Psicóloga en www.blisspsicologia.com

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